¡Vida!

Gracias vida, por cuanto me has brindado; gracias vida, aunque me siento entristecido; por aquellos que tanto te han maldecido,
por quienes desearon no haber nacido.

¡Maldita vida, te detesto! Algunos te han gritado, ¡maldita mil veces maldita! Al viento le han pregonado; ¡mírame, si en la miseria he nacido y ahí me has abandonado! ¿Qué debo agradecerte? si tan sólo hambre y frío, he soportado.

Sin embargo, otros seres humanos que viven en una eterna obscuridad,
que nunca el arco iris han mirado, que de un eterno silencio son esclavos, que el trinar de las aves no han escuchado, que de su amor nunca escucharán un ¡te amo! de ti vida, jamás se han olvidado;
porque comprenden que la vida misma, es en si un regalo.

Perdónales, porque no sabían, porque tú de todo nos das,
pero no en abundancia. Discúlpalos, no te saben misericordiosa,
porque no comparan su dolor con el ajeno. Perdónales, porque no te saben generosa, porque aquellos que tienen amor, lo cambiarían por dinero.

Discúlpalos, porque no te saben justa a cada quien en su lugar,
por su labor y por su esfuerzo. Que arrogante humanidad, que mucho pide y poco suele brindar, que no te reconoce y no te sabe apreciar;
que gracias a ti, el cielo podemos mirar, que gracias a ti, podemos amar.

Colaboración de Mayn
México