viernes, 25 de abril de 2008






El buen pastor.


El sacrificio del Buen Pastor ha dado la vida a las ovejas y las ha devuelto al
redil. Los primeros cristianos manifestaron una entrañable predilección por la imagen del Buen Pastor.
Jesús es el Buen Pastor que da la vida por sus ovejas y
establece pastores que continúen su misión. Frente a los ladrones, que buscan su interés y pierden el rebaño, Jesús es la puerta de salvación (Juan 10, 10); quien pasa por ella encontrará pastos abundantes. Jesús llama a cada oveja por su nombre; va delante de sus ovejas, y ellas le siguen porque conocen su voz.
Cristo confía en Pedro a pesar de las negaciones.
Sólo le pregunta si le ama tantas veces como habían sido sus negaciones: Señor,
Tú lo sabes todo. Tú sabes que te amo. Le dijo Jesús: Apacienta a mis ovejas.
Donde está Pedro se encuentra la Iglesia de Cristo. Junto a él conocemos con
certeza el camino que conduce a la salvación. "Yo soy el buen Pastor quien viene a mi, no anda en tinieblas."

domingo, 20 de abril de 2008

La Carta que Jesús me hizo redactar

En cierta ocasión estando al lado de Jesús, me dijo: Hermano, debes escribir esto para quien lo necesite. Y tomé dictado de esto que hoy te brindo...
“Hola hermano, ¿Me recuerdas? Soy yo, Jesucristo, aquel hijo de Dios que dio su vida por tu alma, pero más que eso, soy tu hermano, el que te brinda la luz del mundo, y te guía cuando te sientes en penumbra...”

“Sabes, desde donde me encuentro, te miro constantemente, siempre estás bajo mi velo y jamás te aparto de mi, aún cuando te empeñas en salir de mi rebaño, con todo mi infinito amor te recojo y te vuelvo a mi padre...”

“Hoy te he visto un tanto preocupado, sabes, conozco tu corazón, he visto en ti lo que te acongoja y que te tiene así, y hoy que estás en este estado de tranquilidad aparente, quisiera decirte algo, yo con mi infinito amor, y con la ternura que me deja el padre darte como mi amado hermano, te digo lo que he visto en ti y que quizás te tenga así...”

“He visto que te esfuerzas tanto por estar en mi gracia, que te has dejado cegar en varias ocasiones y entre tanto te desvías del camino que te he marcado...”

“Si, no me mires con esa cara de extrañeza, se que te parece has cumplido con todo lo que te he encomendado durante tu camino, pero recuerda que los excesos son malos para los seres humanos, pues su imperfección los lleva a desviarse con facilidad... recuerda... yo te dije ‘si alguien te pide andar un kilómetro, anda con él dos’ pero no por ello harás por ir con él hasta su destino, porque aquel que no deja seguir el camino de su prójimo, le hace mas daño por hacerlo dependiente, y mas vulnerable a las tentaciones del diablo.”

“Yo te dije ‘quién si su hijo le pide pan, le da una piedra’ Mas si no le darás una piedra, tampoco lo deleites con un banquete pues tu eres su hermano, y como tal está en ti protegerlo, no mimarlo, si tu le das todo, que será de él cuando tengas que alejarte, lo harás inútil y no sabrá él mismo como servir a su prójimo.”

“Yo te dije ‘aquel que crea en mi, déjelo todo y sígame’, pero no por eso se lo darás al primero que te salga al camino, recuerda yo te pongo en el camino a la gente que te necesita, pero Satanás que tiene libre potestad sobre lo terrenal, también te pone trampas, si tu le das todo a uno solo, no crees que lo haces peor, pues no se lo habrá sabido ganar, ayúdalo, bríndale lo que necesita mas no en derroche, pues si se sabe ayudar, yo mismo le daré los dones que se gane siete veces más.”

“Yo te dije, ‘el sano no requiere médico, sino el enfermo’ pero ningún médico va en busca del enfermo, el enfermo es quien en su libertad decide ir al médico, no busques tu a quien debes ayudar, ni te aferres a quienes no quieren cambiar, yo se bien quienes son los indicados para que solo tu los puedas ayudar, deja que yo te los envíe, no los busques.”

“¿Recuerdas como viví yo? Siempre valoré al ser humano, a mis hermanos, pero ante todo me supe valorar a mi, y no fue por vanidad que me puse ante el mundo como hijo de Dios, sino porque para poder darle valor a un prójimo, debo primero darme valor yo mismo”

“¿Cómo es posible? Imagina, tu eres un constructor salido de universidad, el día que tu hagas una casa, ¿De quien te sentirás mas halagado al darte un cumplido, de un albañil o de un constructor reconocido? Pues así es también para tu prójimo, ¿Cómo crees que valore él su vida más? ¿Diciéndoselo un hermano que se valora a si mismo, o que se pierde disminuyéndose a si mismo?”

“No mal interpretes mis palabras ‘los últimos serán los primeros’ Los últimos en entender, son los primeros en lamentarse, pero también los últimos en rendirse son los primeros en ver el fruto de sus logros, no te rindas, no claudiques pero no quieras comerte al mundo en 6 días... ¿Comprendes?”

“Importante sobre todo, en ese enunciado... ‘los últimos en los que piensas normalmente son los primeros en quienes debes de pensar’... Dime en tu afán por ayudar, ¿Quiénes son los últimos en quienes piensas ayudar? Así es, tu familia, te afanas tanto en salvar al mundo que olvidas que tu mundo comenzó por tu familia.”

“No olvides el mayor ejemplo que te di, dediqué 30 años de mi vida a la familia, y solo 3 años a salvar al mundo, no es casualidad; todo lo que viví fue enseñanza, esta en ti aprender, no quieras ver, si no mas bien dedícate a observar... esa es la respuesta.”

“Hermano mío, mi corazón está contigo y estaré todos los días de tu vida a tu lado, no creas que me olvido de ti, y se que lo que haces, lo haces pensando siempre que es en mi nombre... pero recuerda que la primordial enseñanza que te pude dejar fue:”

“Yo estoy contigo, mi corazón, mi conciencia, mi espíritu está en ti, busca la respuesta en tu corazón, ábrete a las soluciones que te dejo en el mundo, mi voz está en el aire, mis ejemplos en la naturaleza, mi consuelo en la brisa y en las nubes que te brindan cobijo del sol que te quema, no estás solo, yo te hablo cada día de tu vida, esta solo en ti querer escucharme...”

Sueño vívido con Jesús


Dios y el granjero

Cuentan que hace años Dios decidió bajar a la Tierra, para percatarse de cómo andaban las cosas, viéndolas y sintiéndolas tan de cerca como los mismos hombres.

Decidió vestirse de blanco y entrevistarse con el hombre más inteligente de una comunidad de granjeros.

Los sabios de aquella región escogida dialogaron a fin de designar a uno de ellos para la gran entrevista, que se llevaría a cabo en la cima de la montaña más cercana.

Se eligió a un granjero viejo al cual le encargaron algunos cuestionamientos para ser planteados al creador. Aquel viejo se armó de valor y se acercó a la luz blanca donde estaba Dios.

Con voz nerviosa empezó a decirle:

-Puede ser que seas Dios y que hayas creado este mundo. Probablemente has hecho todas las cosas bien, pero por lo que yo he aprendido en los campos, tú no sabes nada de agricultura; qué bueno que has bajado a la Tierra a enterarte, porque tienes cosas que aprender y rectificar.

-Con gusto me pongo a tu disposición –afirmó Dios-. Escucharé tus consejos y todo lo que señales me interesará.

-Yo creo –contestó el anciano- que hay muchos errores en eso de los ciclos de la luna, el sol y las estrellas; en lo referente a las tempestades y terremotos, pero para no abrumarte, los sabios de mi pueblo sugieren que nos des el tiempo de un año, y las cosas se hagan a nuestra manera.

Veremos lo que pasa, estamos seguros de que al corregir eso, nadie en el pueblo padecerá pobreza.

-¿Qué es lo que piden? –preguntó el Altísimo.

-Que en estos doce meses no queremos truenos, ni nubarrones, mucho menos ventarrones, , ni plagas para las cosechas, ni demasiado calor.

Queremos que todo sea confortable para la tierra, perfecto para el trigo, los viñedos y las flores.

Dios estuvo de acuerdo con las peticiones y condiciones del granjero.

Se fueron cumpliendo una a una. Todo fue confortable, cómodo, a favor; el sol cálido, la lluvia dulce y mansa, todas las cosas eran lógicas y perfectas, el trigo y las plantas crecían mucho más que en años anteriores.

Al término del plazo, Dios se presentó en los campos del granjero. Este orgullosamente le dijo:

-Mira, Señor, ¡Cómo van de bien las siembras! Observa y toma consejo sobre lo que son buenas cosechas. Esta vez los frutos de todos sí valdrán la pena, por muchos años tendrán bastante comida aunque no trabajen.

Pero llegó el tiempo de levantar las cosechas, y ante la sorpresa de todos los pobladores de la región, la vaina no tenía trigo, las naranjas estaban insípidas, las rosas carecían de aroma.

-¡Señor! –preguntó el granjero-. ¿Qué pudo haber pasado para que todo sucediera así?

-El error estuvo –contestó Dios- en que eliminaron los elementos naturales que dan la fuerza con la que germina y crece la semilla.

Los ventarrones, los truenos y los relámpagos son indispensables para madurar el alma de las cosechas.

Autor desconocido





El Sol y la Luna

Cuando el SOL y la LUNA se encontraron por primera vez se enamoraron perdidamente y desde ahí comenzaron a vivir un gran amor.

El mundo aun no existía y el día que Dios decidió crearlo, les dio un toque final… ¡el brillo!

Dios decidió que el SOL iluminaría el día y que la LUNA iluminaría la noche y por ese motivo estarían obligados a vivir separados.

Ambos fueron invadidos por una gran tristeza y cuando se dieron cuenta que nunca más se encontrarían…

La LUNA fue quedándose cada vez más triste. A pesar del brillo dado por Dios, ella se sentía sola.

El SOL a su vez, había ganado un titulo de nobleza “ASTRO REY” pero eso tampoco le hizo feliz.

Dios viendo esto los llamó y les explicó:

Tú, LUNA, iluminarás las noches frías y calientes, encantarás a los enamorados y serás frecuentemente protagonista de hermosas poesías.

En cuanto a ti SOL, mantendrás ese título porque serás el más importante de los astros, iluminar la Tierra durante el día, darás calor al ser humano y solo eso hará a las personas más felices.

La LUNA mas triste se puso con ese cruel destino y lloró amargamente y el SOL al verla tan triste, decidió que no podría ser débil, ya que debía darle fuerzas y ayudarla a aceptar lo que Dios había decidido.

Aun así, el estaba tan preocupado que decidió pedirle algo a Dios:

Señor, ayúdale a la LUNA por favor, es mas frágil que yo, no soportará la soledad…

Y Dios… en su gran compasión… creó las estrellas para hacerle compañía a la bella LUNA.

La LUNA siempre que esta muy triste recurre a las estrellas que hacen de todo para consolarla, pero casi nunca lo consiguen.

Hoy ambos viven así… separados, el SOL finge que es feliz, y la LUNA no puede disimular su tristeza.

El SOL arde de pasión por ella y ella vive en las tinieblas de su pena.

Dicen que la orden de Dios era que la LUNA debería de ser siempre llena y luminosa, pero no lo logró… porque es mujer y una mujer tiene fases… Cuando es feliz, consigue ser llena, pero cuando es infeliz es menguante, ni siquiera es posible apreciar su brillo.

LUNA y SOL siguen su camino. El solitario pero fuerte y ella, acompañada de las estrellas, pero débil.

Los hombres intentan constantemente conquistarla, como si eso fuese posible. Algunos han ido incluso hasta ella, pero han vuelto siempre solos. Nadie jamás ha conseguido traerla hasta la tierra, nadie realmente ha conseguido conquistarla por más que lo intentaron.

Sucede que Dios decidió que ningún amor en este mundo fuese realmente imposible, ni siquiera el de la LUNA y el SOL… fue en ese instante cuando El creo el Eclipse.

Hoy SOL y LUNA viven esperando ese instante, esos momentos que les fueron concedidos y que tanto cuestan que sucedan.

Cuando mires al cielo, a partir de ahora y veas que el SOL cubre a la LUNA es porque el SOL se acuesta sobre ella y comienzan a amarse. Es a ese acto de amor al que se le dio el nombre de Eclipse.

Es importante recordar que el brillo de su éxtasis es tan grande que se aconseja no mirar al cielo en ese momento, tus ojos pueden cegarse al ver tanto amor.

Ahora ya sabes… esta es la bella historia del SOL y la hermosa LUNA, esa historia que fue capas de erizar tu cuerpo al pensar que puede ser tu historia de amor…

Bueno amiga LUNA… espero que te gustase esta historia, porque cuando la leí me acordé de ti… muchos besos amiga…

Autor desconocido

miércoles, 16 de abril de 2008

¡YO SOY AMOR!




Del Libro "Abriendo las puertas de tu interior
YO SOY amor. Para conocerme, debes tener amor en tu corazón, porque sin amor no sabrás de Mí.
Mantén el amor fluyendo libremente y aprende a amar lo que haces, ama el lugar donde estás y ama a todos los que te rodean.
Ama y nunca consideres lo que te cuesta; nunca busques recompensa.
Nunca darás demasiado amor, así que no temas y trates de impedir el fluir del amor, lo que puedes desear hacer cuando eres rechazado y quieres cerrar tu corazón por el temor de ser herido.
No lo hagas, sólo lograrás ser rígido e inseguro, y de esa manera nunca podrás ayudar a otro porque nadie es atraído por un corazón duro y sin amor.
Usa la cordura y la comprensión unidas al amor, y de esa forma mantendrás el equilibrio perfecto.
La principal lección en la vida es aprender a amar.
No pierdas el tiempo y aprende la lección rápidamente.

lunes, 7 de abril de 2008


Alegrí­a

Alegrí­a
Como la luz de la vida
Alegrí­a
Como un payaso que grita
Alegrí­a
Del estupendo grito

De la tristeza loca
Serena
Como el arte de amar
Alegrí­a
Como un asalto de felicidad
Del estupendo grito
De la tristeza loca
Serena
Como la maravilla de amar
Alegrí­a
Como total y completa felicidad