martes, 23 de septiembre de 2014

En homenaje al Padre André Jarlán

CLÍNICA DEL ALMA


Médico Cirujano        :     Jesucristo.
Título                          :     Hijo de Dios
Médico Auxiliar         :    Espíritu Santo
Enfermera Solicita     :    Virgen María.
Campo de estudio      :    El corazón.
Experiencia                 :   Infalible y Eterno.
Residencia y Oficina  :   En todas partes.
Su poder                     :   Ilimitado.
Radioterapia              :   El Amor  
Su Obsequio a nosotros: La gracia, Vida Divina.
Su libro de recetas     :    El Evangelio.
Enfermedades para sanar : Todas.
Precio de Tratamiento :      Gratuito.
Garantía de la operación : Absoluta.
Residencia Clínica      :     La Iglesia
Quirógrafo                  :     El Altar
Dieta a Cumplir          :    Oración y Ayuno.
Ejercicio e curación    :    Eucaristía y Penitencia.
Otros ejercicios necesarios : Buenas Obras y Frutos.
Acuda Hoy mismo     :           Es mejor  sintiendo los primeros síntomas
Hora de consulta        :          
Permanente.
   

jueves, 5 de junio de 2014


PEDRO Y EL HILO MÁGICO:

Pedro era un niño muy vivaracho. Todos le querían: su familia, sus amigos y sus maestros. Pero tenía una debilidad. - ¿Cual?
Era incapaz de vivir el momento. No había aprendido a disfrutar el proceso de la vida. Cuando estaba en el colegio, soñaba con estar jugando fuera. Cuando estaba jugando soñaba con las vacaciones de verano. Pedro estaba todo el día soñando, sin tomarse el tiempo de saborear los momentos especiales de su vida cotidiana.

Una mañana, Pedro estaba caminando por un bosque cercano a su casa. Al rato, decidió sentarse a descansar en un trecho de hierba y al final se quedó dormido. Tras unos minutos de sueño profundo, oyó a alguien gritar su nombre con voz aguda.
Al abrir los ojos, se sorprendió de ver una mujer de pie a su lado. Debía de tener unos cien años y sus cabellos blancos como la nieve caían sobre su espalda como una apelmazada manta de lana. En la arrugada mano de la mujer había una pequeña pelota mágica con un agujero en su centro, y del agujero colgaba un largo hilo de oro.

La anciana le dijo: "Pedro, este es el hilo de tu vida. Si tiras un poco de él, una hora pasará en cuestión de segundos. Y si tiras con todas tus fuerzas, pasarán meses o incluso años en cuestión de días" Pedro estaba muy excitado por este descubrimiento. "¿Podría quedarme la pelota?", preguntó. La anciana se la entregó.

Al día siguiente, en clase, Pedro se sentía inquieto y aburrido. De pronto recordó su nuevo juguete. Al tirar un poco del hilo dorado, se encontró en su casa jugando en el jardín. Consciente del poder del hilo mágico, se cansó enseguida de ser un colegial y quiso ser adolescente, pensando en la excitación que esa fase de su vida podía traer consigo. Así que tiró una vez más del hilo dorado.

De pronto, ya era un adolescente y tenía una bonita amiga llamada Elisa. Pero Pedro no estaba contento. No había aprendido a disfrutar el presente y a explorar las maravillas de cada etapa de su vida. Así que sacó la pelota y volvió a tirar del hilo, y muchos años pasaron en un solo instante. Ahora se vio transformado en un hombre adulto. Elisa era su esposa y Pedro estaba rodeado de hijos. Pero Pedro reparó en otra cosa. Su pelo, antes negro como el carbón, había empezado a encanecer. Y su madre, a la que tanto quería, se había vuelto vieja y frágil. Pero el seguía sin poder vivir el momento. De modo que una vez más, tiró del hilo mágico y esperó a que se produjeran cambios.

Pedro comprobó que ahora tenía 90 años. Su mata de pelo negro se había vuelto blanca y su bella esposa, vieja también, había muerto unos años atrás. Sus hijos se habían hecho mayores y habían iniciado sus propias vidas lejos de casa. Por primera vez en su vida, Pedro comprendió que no había sabido disfrutar de las maravillas de la vida. Había pasado por la vida a toda prisa, sin pararse a ver todo lo bueno que había en el camino.

Pedro se puso muy triste y decidió ir al bosque donde solía pasear de muchacho para aclarar sus ideas y templar su espíritu. Al adentrarse en el bosque, advirtió que los arbolitos de su niñez se habían convertido en robles imponentes. El bosque mismo era ahora un paraíso natural. Se tumbó en un trecho de hierba y se durmió profundamente.
Al cabo de un minuto, oyó una voz que le llamaba. Alzó los ojos y vio que se trataba nada menos que de la anciana qu muchos años atrás le había regalado el hilo mágico. "¿Has disfrutado de mi regalo?", preguntó ella. Pedro no vaciló al responder: "Al principio fue divertido pero ahora odio esa pelota. La vida me ha pasado sin que me enterase, sin poder disfrutarla.Claro que habría habido momentos tristes y momentos estupendos, pero no he tenido oportunidad de experimentar ninguno de los dos. Me siento vacío por dentro. Me he perdido el don de la vida. "Eres un desagradecido, pero igualmente te concederé un último deseo", dijo la anciana. Pedro pensó unos instantes y luego respondió: "Quisiera volver a ser un niño y vivir otra vez la vida". Dicho esto se quedó otra vez dormido.

Pedro volvió a oír una voz que le llamaba y abrió los ojos. ¿Quien podrá ser ahora?, se preguntó. Cual no sería su sorpresa cuando vio a su madre de pie a su lado. Tenía un aspecto juvenil, saludable y radiante. Pedro comprendió que la extraña mujer del bosque le había concedido el deseo de volver a su niñez.
Ni que decir tiene que Pedro saltó de la cama al momento y empezó a vivir la vida tal como había esperado. Conoció muchos momentos buenos, muchas alegrías y triunfos, pero todo empezó cuando tomó la decisión de no sacrificar el presente por el futuro y empezar a vivir en el ahora.
Fragmento tomado de "El monje que vendió su Ferrari" Robin S. Sharma

Reflexión: Muchas veces descuidamos el presente por focalizarnos en los anhelos futuros. En el mundo real por desgracia nunca tenemos una segunda oportunidad de vivir la vida y no podemos volver a atrás como en el cuento. Es importantellenar nuestro presente de momentos de calidad para poder construir nuestro futuro, no dejemos pasar la vida soñándola y sin vivirla.


Nos convencemos de que la vida será mejor después de cumplir los 18 años, después de casarnos, después de conseguir un mejor empleo, después de tener un hijo, después de tener otro...Entonces nos sentimos frustrados porque nuestros hijos no son lo suficientemente grandes, y pensamos que nos sentiremos felices cuando lo sean. Después nos lamentamos porque son adolescentes difíciles de tratar; ciertamente, nos sentiremos más felices cuando salgan de esa etapa. Nos decimos que nuestra vida será completa cuando a nuestro(a) esposo(a) le vaya mejor, cuando tengamos un mejor coche o una mejor casa, cuando podamos ir de vacaciones, cuando estemos retirados.La verdad es que no hay mejor momento que este para ser felices. Si no es ahora, ¿cuándo? Alfred de Souza dijo: "Por largo tiempo parecía para mi que la vida estaba a punto de comenzar, la vida de verdad. Pero siempre había un obstáculo en el camino, algo que resolver primero, algún asunto sin terminar, tiempo por pasar, una deuda que pagar; entonces la vida comenzaba. Hasta que me di cuenta de que estos obstáculos eran mi vida". 

Esta perspectiva nos ayuda a ver que no hay camino a la felicidad: la felicidad es el camino. Debemos atesorar cada momento, mucho más cuando lo compartimos con alguien especial, y recordar que el tiempo no espera a nadie.
No espere hasta terminar la escuela, hasta volver a la escuela, hasta bajar diez quilos, hasta tener hijos, hasta que los hijos vayan a la escuela, hasta que se case, hasta que se divorcie, hasta el viernes por la noche, hasta el domingo por la mañana, hasta la primavera, el verano, el otoño o el invierno, o hasta que muera, para aprender que no hay mejor momento que éste para ser feliz. La felicidad es un trayecto, no un destino.

martes, 29 de abril de 2014

"El Amor de Dios "

Es muy fácil amar a tu familia, amigos e incluso a todas esas personas que son buenas contigo y te hacen sentir cómodo. ¿Pero eres capaz de amar a tus enemigos o a esas personas que no te agradan del todo? La biblia dice que debemos amarnos los unos a los otros, y eso los incluye a ellos.
La mayor prueba de amor consiste en amar incluso a aquellos que te han hecho daño, han sido groseros o los que te hacen sentir incómodos. Hace unos días iba en un taxi y el señor me contó una historia (testimonio), de algo que le sucedió 
y que muestra muy bien lo que quiere decir el versículo:Un día un señor me pidió hacer una carrera a un pueblo cerca a la ciudad. 
El señor se encontraba con su esposa y su hijo recién nacido, y habían estado buscando taxis pero todos le cobraban mucho.
El taxista decidió cobrarle 25 mil pesos a lo que el señor accedió.

Cuando llegaron al destino, el señor le dijo: "Solo tengo 15 mil pesos, cógelos y haz lo que se te de la gana." 
Y se bajó del taxi junto con su familia. El taxista, de buena fe, le devolvió los 15 mil pesos y le dijo: "Mejor guarda tus 15 mil que de seguro los necesitarás mas que yo." Sin embargo el señor, 
con mucha grosería, se los tiro dentro del taxi.

El taxista se fue sin rencor, simplemente dejando pasar la situación. 
Un par de semanas mas tarde, se encontró nuevamente al mismo
señor junto con su esposa, queriendo ir al mismo pueblo.
El taxista le dijo: "La vez pasada me quedaste debiendo 10 mil pesos.
Esta vez te llevo por los 30 que cuesta mas los 10 mil que me debes.".
El señor aceptó, y cuando llegaron le dijo "Solo tengo 30, dame
un momento y busco los otros 10."

Luego de esperar mas de media hora e incluso tener pasajeros en  el taxi esperando para arrancar, llegó el señor con varios bollos, quesos y demás cosas que incluso se pasaban de los 10 mil pesos.
 Ahora, el taxista y el señor se convirtieron en mejores amigos, e incluso el hijo del taxista recibe
 la ropa que se le va quedando al hijo del pasajero, ya que sus hijos son consecuentes.

¿Que aprendemos de esta historia? Cualquier otra persona en los zapatos del taxista se hubiera bajado a pelear por el resto del dinero, o incluso hubiera guardado rencor con el señor, 
y al verlo la próxima vez no le habría ofrecido la carrera sino que pudiera haberle hecho un daño o llamado a la policía.


El taxista no, el simplemente tuvo un pequeño gesto de amor, de paciencia y de bondad 
con el Señor. Eso es lo que Dios quiere, que nosotros hagamos lo mismo con esas personas que
 tal vez nos hacen daño o incluso nos tratan mal. Eso puede ser la semilla  que pronto dará frutos. Puede ser esa razón para que la otra  persona recapacite y conozca a Dios.

Como dice Lucas 6:35, amar a tus enemigos tiene su recompensa. ¡Vivan llenos de bondad, amor
 y misericordia!

Citas bíblicas:

"Pero a vosotros los que oís, os digo: amad a vuestros enemigos; haced bien a los que os aborrecen; bendecid a los que os maldicen;orad por los que os vituperan. Al que te hiera en la mejilla,preséntale también la otra; y al que te quite la capa, no le niegues tampoco la túnica.
A todo el que te pida, dale, y al que te quite lo que es tuyo,no se lo reclames.
Y así como queréis que los hombres os hagan, haced con ellos de la misma manera.
Si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis?
Porque también los pecadores  aman a los que los aman. Si hacéis bien a los que os hacen bien,
¿qué mérito tenéis?
Porque también los pecadores hacen lo mismo. Si prestáis a aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué mérito tenéis? También los  pecadores  prestan a los pecadores para recibir de ellos la misma
cantidad. Antes bien, amad a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad no esperando  nada a  cambio, y vuestra recompensa será grande, y seréis hijos del Altísimo; porque El es bondadoso
para con los ingratos  y perversos.
Sed misericordiosos, así como vuestro Padre es misericordioso." Lucas 6:27-36

"El Joven Prisionero"

Había un joven, muy entregado a Dios, que a causa de su fe en Cristo iba a ser quemado en una estaca  al día siguiente. En la misma celda donde él estaba 
encerrado, estaba también un anciano encarcelado por la misma razón, pero con muchos años mas como creyente y mayor experiencia en los 
caminos del Señor.
Mas tarde, cuando ya estaba oscureciendo, el joven encendió un fósforo para encender una vela y tener luz en la celda. Mientras lo hacía, se quemó un dedo, 
gritando muy fuerte. Al ocurrir esto, le dijo a su compañero de celda, la siguiente pregunta:

¿Como podré soportar ser quemado en la estaca mañana, si hoy no puedo ni siquiera soportar  quemarme un dedo con un pequeño fósforo?

El anciano, con mucha paz, le respondió:Jovencito, Dios no te pidió nunca que te quemarás el dedo, por eso no hay gracia para ello. Sin embargo, 
Él te está pidiendo que mueras por tu fe en Él, así que en ese momento la gracia también llegará.

Sin importar cual sea tu situación, si tu fe está puesta en Cristo, Dios estará ahí para respaldarte y derramar su  gracia sobre ti. Recuerda que Él tiene el control. 
Dios tiene un plan para manejar todo a lo que nos podamos enfrentar en la vida. Su gracia es  suficiente para satisfacer todas nuestras necesidades y cubrir todas nuestras debilidades.

Citas bíblicas:

"Cada vez él me dijo: «Mi gracia es todo lo que necesitas; mi poder actúa mejor en la debilidad».
 Así que ahora me alegra jactarme de mis debilidades, para que el poder de Cristo pueda actuar a través de mí."
(2 Corintios 12:9) NTV

domingo, 16 de septiembre de 2012

“La Aldea que se Derrumbaba”




  Era una aldea encantadora, de esas que están metidas en las montañas.  En ella quedaban unos pocos habitantes que, en general, se llevaban bien; quizás porque sólo se saludaban cuando se cruzaban. 
  En la puerta de cada casa, estaban escritas las habilidades que cada vecino tenía, y, a juzgar por lo largas que eran las listas, la gente de aquel pueblo debía de valer mucho.
  Los vecinos de aquel pueblo debían de valer mucho, pero el pueblo estaba cada día más estropeado.  Las fachadas de las casas estaban cada día peor a causa del tiempo, la lluvia, los fríos...
  Un día se cayó el poste de teléfonos y cuando pasaban los vecinos decían: Ya lo arreglarán los otros, yo no soy el encargado.  Poco después los hielos rompieron las cañerías de la fuente de la plaza y los vecinos decían: ¡Que lástima! ¿No habrá nadie que lo arregle? Y el agua inundó la plaza y corría, calle abajo, inundándolo todo.
  Poco a poco se fueron rompiendo también las tejas y las casas se inundaron de goteras, porque en los carteles de los vecinos no ponía la habilidad de arreglar tejados.
  En las esquinas de las calles crecían las zarzas, y no se podía pasar por algunas calles porque la maleza había cerrado el paso y nadie la quitaba, ya que ninguno tenía esa habilidad.
  Las calles, las casas, las cercas, las fuentes, todo estaba medio hundido.  Hasta los carteles de las puertas de las viviendas, con las cualidades de los vecinos, se habían destrozado.
  Un día se encontraron por casualidad, todos los vecinos en la plaza y comenzaron a comentar unos a otros los destrozos que sufría cada uno: A mí se me ha hundido el tejado... a mí no me llega la luz ... yo tengo una zarza en medio de la puerta y casi no puedo salir...
  Y así, uno tras otro fueron narrando las desgracias de aquella aldea que había venido a la ruina por el abandono.
  Pasando mucho tiempo, alguien sugirió la idea de asociarse para arreglar las casas.  A todos les pareció bien la idea de asociarse y comenzaron por quitar entre todos las zarzas  y maleza de las calles, luego siguieron las cercas y después los tejados y las casas hundidas.  En la plaza, volvió a correr de nuevo la fuente y pusieron en ella una inscripción: Agua, corre siempre transparente, sin mancharte con nuestro abandono.  Y volvieron a levantar los carteles de cada casa, pero pusieron una sola cualidad, en todos la misma: Ayudarás siempre a tus vecinos a construir cada día un pueblo nuevo y unido.
  Y el pueblo volvió a lucir entre las montañas, y todos los caminantes que llegaban hasta aquel lugar encontraban la aldea siempre nueva.-


  Cuidemos nuestro entorno.....la naturaleza es vida y es  la vida de tus hijos.

sábado, 15 de septiembre de 2012

" DOS TIPOS DE PAZ"


Cuando el Señor Jesús estaba preparando a Sus discípulos para la misión, a la vez enfrentaba toda suerte de persecuciones y problemas, y aún así tuvo capacidad de mantener la serenidad y pasarles Su paz, cuando dijo: “La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.”, (Juan 14:27).
En estas palabras nosotros podemos percibir claramente los dos tipos de paz que existen: la paz que viene del Señor y la que viene del mundo. La primera afecta a la intimidad del hombre, mientras que la paz del mundo afecta nuestro exterior.
Es interesante observar que todo lo que afecta nuestro interior es duradero y permanente, pues crea dentro de nosotros un mundo totalmente particular e independiente. Eso es maravilloso, porque no dependemos de terceros para que podamos alcanzar, en este caso, la paz real.
Sin embargo, cuando afecta a nuestro exterior, es decir, cuando las cosas son apenas superficiales, entonces no hay consistencia, como es el caso de la paz que este mundo ofrece. Esta paz está subordinada al prójimo, que, por consiguiente, también depende de otro…
Siendo así, se vuelve inviable. Por ejemplo, es posible que alguien se mantenga en paz con su vecino, debido a su educación, inteligencia y una serie más de premisas.
Sin embargo, no siempre es posible que aquel vecino corresponda aquella conducta, y entonces se crean intrigas y chismes con respecto al otro.
Esto es muy común en nuestra sociedad, porque está poseída por una legión de espíritus inmundos, que actúan a través de las personas que no tuvieron la experiencia del nuevo nacimiento por la Palabra de Dios y por el Espíritu Santo, y así tienen total libertad para provocar todo tipo de conflictos.
El Señor Jesús sabía muy bien al respecto de la inviabilidad de la paz en este mundo. Por eso avisó a Sus discípulos, que esperaban esta paz, diciendo:
“¿Pensáis que he venido para dar paz en la tierra? Os digo: No, sino disensión. Porque de aquí en adelante, cinco en una familia estarán divididos, tres contra dos, y dos contra tres.”, (Lucas 12:51,52).
Ahí vemos el carácter de la paz que viene de Dios y el de la paz que viene del mundo. Cuando el Señor habló sobre la división que ocurriría dentro de una casa, naturalmente se refería al hecho de cuando alguien pasa a asumir la fe en Su Persona, este alguien debe estar preparado para hacer frente a la oposición, primero dentro de su propia casa, y enseguida entre sus “amigos” más próximos.
El rey David, en su oración, dijo: “En paz me acostaré, y asimismo dormiré; porque solo Tú, Señor, me haces vivir confiado.”,(Salmos 4:8). En otra ocasión afirmó: “El Señor dará poder a su pueblo; el Señor bendecirá a su pueblo con paz.”, (Salmo 29:11).
Amigo lector, usted puede estar muy bien dentro de estos parámetros de vida, si tan solo abre su alma y la derrama delante del Señor Jesús, a través de una oración sincera. El Espíritu Santo se encargará de hacer el resto en su vida. Por lo tanto, no pierda tiempo, ¡hágalo ahora! La paz que usted viene deseando desde hace mucho rebosará en su interior e inundará a aquellos que estén a su lado.