¡¡¡FELICIDADES!!!
¡¡¡QUE DIOS LOS BENDIGA HOY Y SIEMPRE!!!
QUERIDOS HERMANOS EN CRISTO,EL SEÑOR A TRAVES DE NUESTROS AMIGOS NOS ENVIA MUCHAS REFLEXIONAR PARA NUESTRA VIDA DIARIA. APROVECHES ESTAS INSTANCIAS.
¡¡¡FELICIDADES!!!
¡¡¡QUE DIOS LOS BENDIGA HOY Y SIEMPRE!!!
Una historia de Navidad.
Había una vez un precioso país, situado al Sur, muy al Sur, y al Oeste, muy al Oeste, de Europa; más bien parecía un cruce de caminos, un escalón hacia el Norte, hacia el Sur, hacia el Saliente y hacia Poniente.
Pues bien, en aquel país había un .Cole., un colegio más, de tantos y tantos colegios repartidos por sus ciudades y pueblos.
Las clases venían impartiéndose en sus aulas desde los comienzos del siglo XX. Siempre con toda normalidad; tanta normalidad que a veces se caía en la monotonía. Pasaron los años, los meses, los días, las horas y llegó el siglo XXI.
A aquel país encrucijada de caminos, empezaron a llegar muchas familias de todos los puntos cardinales. Y con las familias niños y niñas con distintos idiomas, colores y costumbres. Y claro, las aulas de aquel hermoso y vetusto colegio se fueron llenando con aquellos niños y niñas que se unían a los que siempre habían vivido en aquel país.
Los profesores estaban preocupados. Su labor ahora, se iba haciendo más difícil ante aquella diversidad. ¿Sería un obstáculo en su tarea?
Corría el mes de diciembre y como siempre llegaba la Navidad. Los profesores se reunieron en claustro. Allí se plantearían sus temores, sus preocupaciones y sus ganas de hacer las cosas cada vez mejor con aquellos alumnos y alumnas recién llegados. Se leyó el acta del Claustro anterior. Se aprobó.
Y cuando iba a comenzar el gran tema que les reunía apareció por la puerta el conserje. Llevaba una gran cesta, de aquellas de Navidad, adornada con un hermoso lazo de color rojo.
Dentro de la cesta, y colocadas de forma primorosa, un sin fin de frutas: piñas, naranjas, uvas, kakis, mangos, plátanos, lichis, manzanas, arándanos, frambuesas, kiwis, moras, peras, cerezas, papayas, dátiles...
Se acercó a la gran mesa y dijo: .Miren, aquí les dejo este obsequio que acaban de dejar tres señores muy distinguidos y que no han querido decir su nombre..
Los profesores se quedaron gratamente sorprendidos.
Hubo un silencio y alguien dijo: .Fijaos, todas frutas y todas distintas y qué bonita diversidad de tamaños, formas y colores. No sabría con cuál quedarme. Aunque si, creo que me quedaría con todas.
Rieron todos la ocurrencia de su compañero. Se hizo de nuevo un breve silencio. Se miraron unos a otros, y un mismo pensamiento les unió y animó. Un pensamiento que pareció disiparles los temores, infundiéndoles ánimo y fuerza: .Eso eran sus alumnos y alumnas, un gran cesto de frutas preciosas y diversas que aumentaban su belleza y su valor estando juntas..
No escatimarían esfuerzos para lograr su desarrollo como personas iguales, aunque ello entrañara un sin fin de dificultades.
La fuerza les vino por eso, porque era Navidad, y Navidad siempre ha significado comprensión, tolerancia y amor.
Autora: Margarita Rivera.
MUY FELICES FIESTAS ¡Que Dios-niño siga naciendo en nuestros corazones!
Un niño corre descalzo, son las 3:00 de la mañana, mientras corre va llorando y al cielo le va pidiendo que su hermano no se muera pues la tos lo está matando…
En cada paso una piedra va lastimando e hiriendo los pies de este pobre niño, que por falta de sus padres, no sabe ni a donde ir, su padre murió borracho, su madre los olvidó
¡Sigue pequeño, no te detengas!
Le dice una voz que apenas se escucha, por el silbido del viento que le va golpeando el rostro, el frío es insoportable sus dientes van rechinando y sus labios van sangrando ¡Que pesar y que dolor!
Mis lágrimas van cayendo mientras nuestro niño avanza, faltan tan solo dos horas, de las dos ya recorridas tiene que llegar al pueblo y esperar que por piedad el médico lo acompañé hasta la sierra mas alta a curar a su hermanito que lento se está muriendo…
¡Corre pequeño, corre!
Pero no va a detenerse, logra alcanzar al doctor quien lo ha tomado en brazos y con él sigue corriendo, esperando que el creador le permita ver con vida al huérfano que está enfermo…
¡Pobre niño!
¿Quién te consolará?... ¿quién secará tus lágrimas cuando la noticia veas?
Tu hermanito se ha marchado a donde no habrá ya mas frío, pero está muy orgulloso de saber que tú lo quieres, de saber que tu vida has puesto, por amor a la de él…
Murieron los dos pequeños a causa de la maldad, el alcohol mató a su padre, el dolor se llevó a su madre, no podían seguir sufriendo.